Las instituciones están apostando duro por Bitcoin y todo parece indicar que la criptomoneda seguirá rompiendo máximos históricos por un buen tiempo. Pese a los vaivenes propios de un activo tan volátil, al parecer, el precio seguirá subiendo. Más que una certeza es un sentimiento. Nos alejamos de los $50K y ya estamos en la batalla por los $68K. Claro que todavía es muy pronto para cantar victoria, pero la tendencia es claramente alcista. ¿Subiremos? ¿Bajaremos? Eso aún está por verse.
Usar la frase “los analistas dicen” puede resultar sumamente engañoso, porque los “analistas” no son un cuerpo homogéneo con posturas únicas. La nota en cuestión menciona tan solo a un par de analistas. Y esos analistas hablan a título personal. No representan obviamente a la totalidad de “los analistas”. Ben Lilly, analista de Jarvis Labs, y Philip Swift, cofundador de Decentrader, son solo dos golondrinas. Sus análisis no son malos. De hecho, son muy buenos. Pero creo que es importante aclarar que eso de “los análisis dicen” puede confundir a más de uno.
Una palabra para los ingenuos y débiles de corazón: Nadie puede predecir el mercado. Nadie conoce el futuro. Elon Musk no lo conoce. Nadie lo conoce. En el ambiente de codicia actual, es casi una blasfemia insinuar que el precio de Bitcoin puede llegar a bajar. Sobre todo, en el caso de los nuevos, las predicciones optimistas tienen un efecto hipnótico. “Mi amigo que sabe mucho dijo”. “Elon Musk dijo”. “Los analistas dicen que va a subir”. Estas frases son más peligrosas que un mono con una hojilla.
El problema radica en el seguimiento ciego e irracional a las declaraciones de un tercero. Es decir, la idea de que hay adivinos que conocen el futuro. Este pensamiento mágico e ilusorio es la fuente de muchos problemas. Por lo general, los nuevos compradores entran a este mercado bajo falsas expectativas, asumiendo que todo será color de rosas.