En lo que va del 2022, el bitcoin ha caído más del doble que el mercado de acciones, por lo que de ninguna forma podría ser vista como una estrategia de inversión viable.

A principios de este año, pronosticamos que se acercaba el fin de la era dorada del bitcoin. Desde entonces, el precio de esta criptomoneda ha tenido un rendimiento negativo del 20%, y en lo que va del 2022 lleva pérdidas del 36.73%. Mientras tanto, el S&P 500 ha tenido un rendimiento de menos 15% en el mismo período. Lo que era considerado como un activo de respaldo, terminó siendo más riesgoso que invertir en el mercado accionario.

Los creyentes del bitcoin pensaban que esta vez sería diferente –como ocurre en toda burbuja financiera– y que continuaría el alza del precio de la criptomoneda, pero esta narrativa resultó estar construida sobre el aire.

Con el ciclo alcista de las tasas de interés y el fin del dinero barato, la Fed ha terminado por sepultar a las criptos y a los inversionistas que alguna vez pensaron que sería una reserva de valor en períodos con alta inflación, así como una cobertura contra la caída del mercado accionario. Ahora que la tasa de los bonos del tesoro a 2 años y 10 años se encuentran en 2.58 y 2.88%, respectivamente, las criptomonedas se volvieron más volátiles en comparación con otros activos. En otras palabras, para este momento tan coyuntural, el invertir en bitcoin resultó en un verdadero disparo en el pie.