Quizá haya personas que disfruten con la adrenalina de ver cómo las criptomonedas entran en un terreno de volatilidad máxima pero, en general, la reciente caída de bitcoin por debajo de los 27.892 euros (30.000 dólares al cambio actual) tiene revolucionados a muchos inversores.
Chris Kline es el director de Operaciones y cofundador de Bitcoin IRA, una de las principales plataformas crypto IRA. Revela Business Insider los que, en su opinión, son los motivos por los que el precio de las criptomonedas está cayendo en picado.
La incertidumbre global
La incertidumbre global, explica Kline, está provocando una recesión económica y esos vientos en contra también afectan a los criptomercados.
Actualmente, “nos enfrentamos a un episodio de incertidumbre, ya que la era del dinero gratis ha quedado atrás y cada vez más inversores se inclinan por tomar decisiones prudentes”.
Por ejemplo, cuando se trata de ahorrar para la jubilación. Las personas viven más años y, por lo tanto, un factor clave a considerar es la necesidad de que los ahorros para la jubilación duren el mismo tiempo.
Como consecuencia, las inversiones con una menor tolerancia al riesgo parecen la apuesta más segura, “pero una apuesta al fin y al cabo”, aclara.
Si bien la duración de este estado actual es incierta, el Banco Central de EEUU lo está abordando en forma de mayores tasas de interés para restaurar la estabilidad de precios.
Otro factor que contribuye a la incertidumbre del mercado es la crisis actual de Ucrania. En las últimas semanas, subraya el experto, se han producido cambios significativos en el mercado mundial, ya que muchos inversores intentan predecir el aumento del precio del petróleo, el trigo y otras materias primas europeas.
Junto a la inflación, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha suscitado más incertidumbre en los inversores, y esto se ha unido a las dudas acerca de si después podría llegar una recesión.
Los inversores están divididos sobre cómo manejar la caída
Otro factor clave es la mezcla de sentimientos compartidos por los consumidores e inversores institucionales.
Hay 2 escuelas de pensamiento. Algunos inversores están reduciendo sus pérdidas y han decidido vender sus criptomonedas. Otros mantienen la fe y han adquirido más activos digitales.
El Salvador es un excelente ejemplo de “comprar la caída”, sostiene el director de Operaciones de Bitcoin IRA: “El país agregó recientemente 14,4 millones de euros en bitcoins (15,5 millones de dólares) a su balance”.
El hecho es que los consumidores y las instituciones han visto varios aumentos y caídas de los precios de las criptomonedas a lo largo de los años. Pero, también, “la historia nos muestra que las criptomonedas tienen una habilidad especial para recuperarse, a pesar de su alta volatilidad“, recuerda Kline.
Dada la incertidumbre del mercado, ligada a la inflación y la crisis geopolítica actual, muchos inversores estadounidenses están distraídos y aún no han sentido los efectos en su máxima expresión.
El reciente aumento en los viajes, por ejemplo, es una muestra de que a muchas personas no les importan los altos precios. Recién salidos de una pandemia, con enormes restricciones a la movilidad, “parece que mucha gente han cambiado la manera de afrontar los problemas”, afirma.
El hundimiento de Terra Luna retumbó en todo el mercado
Como activo principal para las reservas de monedas estables, bitcoin se ha visto afectado por el gran volumen de liquidaciones recientes, comenta el experto.
Conocidas por sus vínculos con otras monedas o activos, las stablecoins se diseñaron esencialmente para mantener un valor fijo. Así, cuando un activo parezca vulnerable, se implementará su activo de reserva.
El reciente colapso de Terra (LUNA), una moneda popular cuya moneda estable, TerraUSD (UST) se había desvinculado del dólar estadounidense, provocó bastante revuelo y ansiedad entre los reguladores e inversores.
Es importante tener en cuenta que este es solo un caso de una moneda estable y, sin embargo, su impacto pareció sentirse en otras monedas. Dicho esto, el mercado de las monedas estables sigue superando los 148.760 millones de euros (160.000 millones de dólares), según CoinGecko.
Kline defiende que “las criptomonedas han navegado en una sucesión de picos y valles durante años” y señala que “es un tipo de activo volátil para el inversor moderno que ha demostrado en varias ocasiones que ha llegado para quedarse”.